Es como una enrredadera que crece a mil en mi interior,
extendiendose pegada a mi piel, al lumen de mi cuerpo.
Como una planta rechoncha por haber sido alcanzada por tu luz.
Estos cloroplastos que trabajan a full.
solo descansaran cuando la sobra los cubra,
cuando ya no me ilumines.
Pero esperando atentos tus ocasionales apariciones.
Lo puedo sentir, se apodera de cada una de mis extremidades, de mis actos, enrreda mis vísceras.
Dejala crecer, es tiempo de florecer, comienza por tu interior.
martes, 23 de octubre de 2007
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